A pedido de mis hijos Fede y Maxi comienzo hoy a volcar en este blog, una recopilación de las mejores recetas que he encontrado, practicado y modificado al paladar de mi familia, a lo largo de estos años de cocinera aficionada.
Desde el principio escribí las recetas que más me interesaban en un viejo libro de actas, sin índice, al que le fui haciendo correcciones, cálculos en los márgenes, tachaduras, eliminaciones y borrones.
En la actualidad ese libro está tan destartalado, que solo yo lo entiendo, pero ha sido de gran utilidad, por eso, transcribiré las recetas que tengo allí. Cada vez que los mando a buscar algo en "el libro de actas" me dicen "ma, tenés que pasar toda esta información a la compu", porque no pueden encontrar nada.
La procedencia de las recetas es de lo más diversa. A algunas las tomé de viejos recetarios que las empresas enviaban a vuelta de correo, o las copié de Utilísima cuando era un programa de 1 hora en tv abierta, otras me las pasaron amigas generosas, o las aprendí en los viajes, etc.
El interés por cocinar surgió cuando estaba de novia con Gustavo y quería invitarlo a comer algo preparado por mí. Un verdadero problema ya que no sabía hacer casi nada y tampoco tenía a quién consultarle. Además, el muchacho en cuestión estaba acostumbrado a las comidas de su abuela Felisa que era una gran cocinera. Todo un desafío. Pero las ganas de impresionarlo me motivaron. En esa ocasión hice canelones de verdura que, para mi sorpresa.... salieron riquísimos. Creo que eso me animó a seguir incursionando en la cocina entre materia y materia de la Facultad.
Debo aclarar sin ponerme colorada que me casé sin saber hacer un huevo frito, digo, porque siempre se está a tiempo para aprender a cocinar si te gusta agasajar a tu amorcito y comer rico (esto va especialmente para Maru, la novia de Fede quien también me ha pedido que le pase recetas).
Cocinar es una tarea creativa y tiene devolución inmediata, cuando alguno de la familia pasa y te roba algo que estás preparando alegando que hace "control de calidad", cuando los ves comer disfrutando lo que preparaste, cuando te recuerdan... "ma... hace mucho que no hacés ....".
Cocinar es un placer y un acto de amor. No se lo pierdan.
Tengo el enorme privilegio de que Rosalía me honre con su amistad y con su generosidad a la hora de sentarnos a la mesa. A todos los que nos gusta la buena mesa te agradecemos este derroche de experiencia que hacés en el blog.
ResponderEliminarGaby
Buenas!
ResponderEliminarAyer hablando con Gustavo, sobre comidas y de lo bien que les salen, me comento del Blog.
Espero sacarle provecho, la info esta super clara y ordenada!
Pablo.
Gracias Gaby y Pablo
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